MEDITACIONES

de     P. F.

David, huyendo de su propio hijo  *

2 Samuel 15 *

“ACONTECIO después de esto, que Absalom se hizo de carros y caballos, y cincuenta que corriesen delante de él.  Y levantábase Absalom de mañana, y poníase á un lado del camino de la puerta; y á cualquiera que tenía pleito y venía al rey á juicio, Absalom le llamaba á sí, y decíale: ¿De qué ciudad eres? Y él respondía: Tu siervo es de una de las tribus de Israel.  Entonces Absalom le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas: mas no tienes quien te oiga por el rey.  Y decía Absalom: ¡Quién me pusiera por juez en la tierra, para que viniesen á mí todos los que tienen pleito ó negocio, que yo les haría justicia!  Y acontecía que, cuando alguno se llegaba para inclinarse á él, él extendía su mano, y lo tomaba, y lo besaba.  Y de esta manera hacía con todo Israel que venía al rey á juicio: y así robaba Absalom el corazón de los de Israel.  Y al cabo de cuarenta años aconteció que Absalom dijo al rey: Yo te ruego me permitas que vaya á Hebrón, á pagar mi voto que he prometido á Jehová:  Porque tu siervo hizo voto cuando estaba en Gessur en Siria, diciendo: Si Jehová me volviere á Jerusalem, yo serviré á Jehová.  Y el rey dijo: Ve en paz. Y él se levantó, y se fué á Hebrón.  Empero envió Absalom espías por todas las tribus de Israel, diciendo: Cuando oyereis el sonido de la trompeta, diréis: Absalom reina en Hebrón.  Y fueron con Absalom doscientos hombres de Jerusalem por él convidados, los cuales iban en su sencillez, sin saber nada.  También envió Absalom por Achitophel Gilonita, del consejo de David, á Gilo su ciudad, mientras hacía sus sacrificios. Y la conjuración vino á ser grande, pues se iba aumentando el pueblo con Absalom.  Y vino el aviso á David, diciendo: El corazón de todo Israel va tras Absalom.  Entonces David dijo á todos sus siervos que estaban con él en Jerusalem: Levantaos, y huyamos, porque no podremos escapar delante de Absalom; daos priesa á partir, no sea que apresurándose él nos alcance, y arroje el mal sobre nosotros, y hiera la ciudad á filo de espada.  Y los siervos del rey dijeron al rey: He aquí, tus siervos están prestos á todo lo que nuestro señor el rey eligiere.  El rey entonces salió, con toda su familia en pos de él. Y dejó el rey diez mujeres concubinas para que guardasen la casa.  Salió pues el rey con todo el pueblo que le seguía, y paráronse en un lugar distante.  Y todos sus siervos pasaban á su lado, con todos los Ceretheos y Peletheos; y todos los Getheos, seiscientos hombres que habían venido á pie desde Gath, iban delante del rey.  Y dijo el rey á Ittai Getheo: ¿Para qué vienes tú también con nosotros? vuélvete y quédate con el rey; porque tú eres extranjero, y desterrado también de tu lugar.  ¿Ayer viniste, y téngote de hacer hoy que mudes lugar para ir con nosotros? Yo voy como voy: tú vuélvete, y haz volver á tus hermanos: en ti haya misericordia y verdad.  Y respondió Ittai al rey, diciendo: Vive Dios, y vive mi señor el rey, que, ó para muerte ó para vida, donde mi señor el rey estuviere, allí estará también tu siervo.  Entonces David dijo á Ittai: Ven pues, y pasa. Y pasó Ittai Getheo, y todos sus hombres, y toda su familia.  Y todo el país lloró en alta voz; pasó luego toda la gente el torrente de Cedrón; asimismo pasó el rey, y todo el pueblo pasó, al camino que va al desierto.  Y he aquí, también iba Sadoc, y con él todos los Levitas que llevaban el arca del pacto de Dios; y asentaron el arca del pacto de Dios. Y subió Abiathar después que hubo acabado de salir de la ciudad todo el pueblo.  Pero dijo el rey á Sadoc: Vuelve el arca de Dios á la ciudad; que si yo hallare gracia en los ojos de Jehová, él me volverá, y me hará ver á ella y á su tabernáculo:  Y si dijere: No me agradas: aquí estoy, haga de mí lo que bien le pareciere.  Dijo aún el rey á Sadoc sacerdote: ¿No eres tú el vidente? Vuélvete en paz á la ciudad; y con vosotros vuestros dos hijos, tu hijo Ahimaas, y Jonathán hijo de Abiathar.  Mirad, yo me detendré en los campos del desierto, hasta que venga respuesta de vosotros que me dé aviso.  Entonces Sadoc y Abiathar volvieron el arca de Dios á Jerusalem; y estuviéronse allá.  Y David subió la cuesta de las olivas; y subió la llorando, llevando la cabeza cubierta, y los pies descalzos. También todo el pueblo que tenía consigo cubrió cada uno su cabeza, y subieron llorando así como subían.   dieron aviso á David, diciendo: Achitophel está entre los que conspiraron con Absalom. Entonces dijo David: Entontece ahora, oh Jehová, el consejo de Achitophel.  Y como David llegó á la cumbre del monte para adorar allí á Dios, he aquí Husai Arachîta que le salió al encuentro, trayendo rota su ropa, y tierra sobre su cabeza.  Y díjole David: Si pasares conmigo, serme has de carga;  Mas si volvieres á la ciudad, y dijeres á Absalom: Rey, yo seré tu siervo; como hasta aquí he sido siervo de tu padre, así seré ahora siervo tuyo, entonces tú me disiparás el consejo de Achitophel.  ¿No estarán allí contigo Sadoc y Abiathar sacerdotes? Por tanto, todo lo que oyeres en la casa del rey, darás aviso de ello á Sadoc y á Abiathar sacerdotes.  Y he aquí que están con ellos sus dos hijos, Ahimaas el de Sadoc, y Jonathán el de Abiathar: por mano de ellos me enviaréis aviso de todo lo que oyereis.  Así se vino Husai amigo de David á la ciudad; y Absalom entró en Jerusalem.”  (2 Samuel 15)


Hace dos semanas vimos como David había descuidado mucho en cuanto a su casa.  Había asalto sexual, y después homicida entre hermanos, Absalom matando a Amnon.  De mal en pero, David había dejado regresar a casa a Absalom sin decirle ni una palabra de reproche por su conducta, de haber matado a su hermano.  Esta cosa no iba a salir bien, y en nuestro capitulo vemos como Absalom quiso ser rey en lugar de su padre.  Nos dice en cuanto a Absalom “robaba Absalom el corazón de los de Israel.”  ¡Absalom, vanidoso, Absalom homicida, Absalom robador de su padre ganando los afectos de los ciudadanos de Israel!  ¿Cómo puede ser que ellos iban a escoger a tal pretendiente como Absalom en vez de David, el cual realmente les amaba y les cuidaba?  Pero así es el mundo, caprichoso en sus afectos e infiel.  Si usted, amigo, quiere buscar la gloria y fama en este mundo, pronto encontrará que es algo muy pasajero.

No vamos a comentar mucho en la manera en que trabajaba Absalom para hacer la traccion contra su padre.  Habia algunos hombres, que “iban en su sencillez, sin saber nada.”  Otros, como Achîtophel, quizas, llevaban ciertos resentimientos contra David por algo que habia pasado mas antes.  Vemos en el caso de Achîtophel una de las muchas cosas en la Biblia que requieren algo de estudio para entender.  En 2 Samuel 11:3 leemos de la esposa ilícita de David “Aquella es Bath-sheba hija de Eliam, mujer de Uría Hetheo.”  Yendo después a 2 Samuel 23:34, leemos algo muy interesante “Eliam hijo de Achîtophel de Gelón.”  ¡Que cosa! ¡Achîtophel era abuelo de la Bath-sheba!  Aunque no hay certeza que sea por eso que el consejero fiel de David se juntó con su hijo para tratar de destruirlo, lo veo muy probable que guardó rencor contra David por su maldad.  Y, ¡seguro que era algo feísimo que David había hecho!  Pero, de todos modos, notamos que el rencor de Achîtophel no le hizo ningún beneficio, sino por fin le costó la vida.  ¡Cuantas amonestaciones tenemos nosotros en el nuevo Testamento en cuanto al rencor!  “Toda amargura, y enojó, é ira, y voces, y maledicencia sea quitada de vosotros, y toda malicia: Antes sed los unos con los otros benignos, misericordiosos, perdónandoos los unos á los otros, como también Dios os perdonó en Cristo.”  Efesios 4:31,32 Quizás usted me dirá “Hermano, ¿se da cuenta de lo que tal hermano me hizo?”  No importa, sea lo que sea, la malicia hace daño a la persona que la lleva.

En esta historia de la huida de David de su casa, leemos cosas bien hermosas.  Hoy dia, en la conferencia aquí en Tijuana, leemos este versículo en Efesios 1:22 “y diólo (quiere decir, a Jesús) por cabeza sobre todas las cosas á la iglesia.”  El hermano Roberto Thonney comentó como Cristo es cabeza sobre TODAS LAS COSAS.  En otras palabras, no hay nada fuera de su control.  Y aquí vemos a David en una actitud humilde, aceptando de la mano de Dios todo lo que le iba pasando.  Yo creo que fue por eso que recibió bastante recompensa y bendición por su humildad en su tristeza y rechazamiento por su propio pueblo.  Así que nosotros debemos de recibir de la mano de Dios, quien tanto nos amó y nos perdonó por amor de Cristo, todas las cosas.  ¿Cómo podemos dudar que nos ama, viendo a la cruz de Calvario?  “El que aun á su propio Hijo no perdonó, antes le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas?”  Romanos 8:32 Las circunstancias de David eran horribles.  Sus amigos había vuelto a ser sus persiguedores y enemigos, y su propio hijo le buscaba para matarle.  Pero en todo confiaba su causa a Jehová, sabiendo que Dios era fiel aun en su gobierno y disciplina sobre David, aunque fuera necesario que David coseche lo que había sembrado.

Dios mediante estaré en la Florida, partiendo pan con los hermanos de West Palm Beach la semana que viene, y la siguiente semana con los hermanos de Santo Domingo, Republica Dominicana.  Por eso no estoy seguro que voy a poder hacer otro estudio por un rato.  Pero Dios mediante, continuaremos en el estudio sobre la fuga de David y sus consecuencias.

FELIPE FOURNIER
18 de septiembre de 2005