Vimos la semana pasada como el buen pastor iba a guiar a sus ovejas fuera del redil del judaísmo. En nuestro capítulo vemos Yo soy la puerta de las ovejas.
De otro modo, ¿Cómo iban a poder salir de lo instituido por Jehová Dios? ¿Quién tiene tal derecho para invitar que salgan para afuera? Solo Dios mismo, manifestado en carne en la persona de su Hijo, podría conducir a sus ovejas fuera del redil. Que no era fácil por sus discípulos captar este principio, vemos revelado en el libro de los Hechos. Pedro, en el capítulo 10 de los Hechos, tuvo que recibir una visión repetida tres veces, para entender que el irse a Cornelio, un centurión Gentile, era algo no solo lícito sino mandado por la Puerta de las ovejas. En el capítulo 11 vemos como sus hermanos judíos mal entendían al principio, y vemos a través de todo el libro de los Hechos como el Señor en paciencia ayudaba a los judíos ver que el redil
ya no era lugar por el cristiano.
Después el Señor dice en el verso 9 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
¿Salvo? ¿Qué era esto? Nosotros que lo hemos leído y memorizado este versículo desde la niñez, acaso no consideramos que la salvación es un principio poco entendido en el antiguo testamento. Se menciona en la Biblia por primera vez en Genesis 49:18 y como algo futuro. Tu salvación esperé, oh Jehová.
Sale en medio de las profecías de Jacob acerca de sus hijos y siempre me ha impresionado como un gemido por parte de Jacob, pensando de sus hijos, los cuales le habían traído mucho dolor y a menudo por su propio descuido. Pero el expresa el anhelo y deseo que haya salvación por su familia y sabemos que en nuestro capítulo tal salvación ha llegado a la nación de Israel a través de su Mesías, el Señor Jesucristo, visto en prototipo por su hijo José. Rama fructífera es José, Rama fructífera junto a una fuente, Cuyos vástagos se extienden sobre el muro.
Genesis 49:22
La salvación de los pecados fue profetizada justo en la venida del Mesías a Israel en Mateo 1:21 Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Pero solo es una de las bendiciones que vienen a través de la Puerta, quien es Jesús. Entramos como adoradores y también como suplicantes, como nos dice Hebreos. Como adoradores teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero…
Hebreos 10:21-22 y como suplicantes Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia…
Hebreos 4:16 “Salir” es para la obra misionera. Se nota que no había invitación ninguna para que los Gentiles conocieran a Jehová, Dios de Israel. Era una religión exclusiva. Pero los apóstoles (que quiere “enviado”) recibieron el mandamiento de Jesús en Marcos 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.
A nosotros nos dice la escritura Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
2 Corintios 5:20
Hallará pastos
no era algo nuevo pero algo mucho más profundo. David escribía en el Salmo 23 acerca de Jehová como Pastor y de los delicados pastos. Pero en el cristianismo, hay pastos de comunión con el Señor Jesús y con Dios Padre que son mucho más extensos y ricos en bendiciones. Hay la vida abundante, que es la vida eterna, cosa no revelada en el antiguo testamento en el sentido de Juan 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Hay la unidad entre Judío y Gentile, que nos es introducido en el verso 16; También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
Y hay lo que espero que sea entendido por todos mis lectores; la seguridad eterna que es nuestra por promesa de los versos 27-30. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.
Pero este capítulo, lleno de promesas grandes por las ovejas, también tiene advertencia de un enemigo; El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y paraque la tengan en abundancia. Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
No se menciona quien es el ladrón aquí, pero no es difícil adivinar. Este verso nos explica en pocas palabras la meta y los métodos de Satanás, el gran ladrón y mentiroso. Nos quiere robar, primeramente, de las verdades reveladas en este capítulo. ¡Y cuanto éxito ha tenido, pues muchos creyentes en Cristo niegan la verdad, o por lo menos tienen temor de creer la verdad del verso 27 no perecerán jamás
!
Tenemos breve mención en este capítulo acerca del futuro anticristo. Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas.
Este es el mismo profetizado por Jesús en el capítulo 5, verso 43. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibís; si otro viniere en su propio nombre, a ése recibiréis.
23 julio de 2023