MEDITACIONES

de     F. F.

Juan 8, parte 2: La persona divina quien es Jesús


Léase por favor Juan 8:12-59


La semana pasada vimos como los lideres fracasaron totalmente en su búsqueda de atrapar a Jesús por la ley, acusando a una mujer mientras ignorando su propia culpabilidad. Frustrados por este fracaso, el discurso del resto del capítulo parece haber salido por esta posición que no querían confesar. Se ve en este capítulo dos cosas claras; en ellos, el principio que vimos por todo el evangelio de Lucas encabezado por el fariseo de Lucas 18:9-14 A unos que confiaban en sí mismos como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era fariseo, y el otro publicano… Ellos, por confiar en sí mismo como justos, no podían entender quién era Jesús. Pero eso es exactamente lo que Jesús les decía en todo el capítulo; su persona divina y la necesidad de reconocerlo para poder entender sus palabras.

Buscamos los versos que no son entendibles sin reconocer la persona divina en este capítulo.

  1. Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis, también a mi Padre conoceríais.

    Ellos pensaron que conocían a su padre, pues así nos dice Juan 6:42 Y decían: ¿No es éste Jesús, el hijo de José, cuyo padre y madre nosotros conocemos? ¿Cómo, pues, dice éste: Del cielo he descendido? Nosotros, creyentes en el Señor Jesús, regocijamos leyendo este versículo pues si había en nuestras mentes la idea del hombre de la parábola de las minas en Mateo 25:24 Señor, te conocía que eres hombre duro… se elimina por saber que el conocer a Jesús es conocer al Padre. Todo lo que Jesús era y decía en la tierra reflejaba exactamente como es Dios eterno.

  2. Vosotros sois de abajo, yo soy de arriba; vosotros sois de este mundo, yo no soy de este mundo.

    Hay algo común que se ve aquí en los EU y es una etiqueta que dice “No de este mundo.” De veras, yo no sé si es una confesión de fe en la persona de Jesús, quien dijo Yo no soy de este mundo o si tiene otro significado. Espero que si lo es, pues Jesús en su oración al Padre en Juan 17 dijo no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Sea como sea, se nota otra vez la verdad del capítulo 6, tan eficaz en destruir la mala doctrina de los mormones y testigos de Jehová acerca de la persona de Jesús, una persona eterna. Del cielo he descendido y Yo no soy de este mundo anuncian claramente que el Hijo de Dios salió de la eternidad, aunque nacido de María como hombre.

  3. Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces conoceréis que yo soy.

    Este va junto con el último en el capítulo Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Si quedaron inquietos y confundidos con el primer dicho, no podían mal entender el segundo. No podían evitar el significado esta vez de quien se profesaba ser Jesús por recordar el testimonio de Moisés en Éxodo 3:14; Y respondió Dios a Moisés: yo soy el que soy. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: yo soy me envió a vosotros. Jesús, nacido de María, aparentemente hijo de Jose, se profesa claramente que es el mismo yo soy, o sea, Jehová del antiguo testamento.

    Y ¿Levantar al Hijo del Hombre? ¿Eso que quería decir? Nosotros sabemos sin duda que Jesús predestinaba su muerte, levantado de la tierra en la cruz del Calvario. Las pruebas de su divinidad por los acontecimientos supernaturales rodeaban la cruz de su principio hasta su fin, tal que el centurión, un Gentile sin entendimiento de las escrituras, tenía que confesar su divinidad. El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios. Mateo 27:54

Hay mucho más que se puede decir de este capítulo, pero quiero terminar con algo que me ha animado hacer la pregunta a uno que hace profesión de ser cristiano “¿Usted ama a Jesús?” Este verso es el que uso para hacer la pregunta en vez de preguntar “¿Es usted cristiano?” Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais. He notado que todo católico y muchos mormones les gusta decir “Yo soy cristiano” pero se encuentran en un dilema cuando se les pregunta “¿Usted ama a Jesús?” Amor por Jesús es la prueba que Dios es nuestro Padre. Por contrario, el que no ama a Jesús, no conoce al Padre.

Acaso comentamos algo más sobre detalles en este capítulo en la otra semana. Solo añado que su deseo de apedrearlo no se llevaba a cabo, pues como dice en el verso 20 y también en Juan 7:30 Nadie le prendió, porque aún no había llegado su hora. Cuando llegaba su hora de muerte, iba a ser levantado en una cruz, no apedreado, así cumpliendo con la profecía del Salmo 22:16 Horadaron mis manos y mis pies. También la profecía de Zacarias 12:10 Y mirarán a mí, a quien traspasaron.

Felipe Fournier
11 junio de 2023