MEDITACIONES

de     F. F.

Juan 7: La fiesta grande, Jesús en secreto


Léase por favor Juan 7:1-31


Estaba cerca la fiesta de los judíos, la de los tabernáculos.

Las fiestas de Jehová eran siete y su resumen tenemos en Levítico 23. Empezaron con la pascua en el día catorce del mes primero y terminan con la de los tabernáculos. En los consejos de Dios vemos revelado en ellos la anticipación de la muerte del Hijo de Dios, el Cordero provisto por Dios. Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Genesis 22:8 Las fiestas terminan con el séptimo, el descanso de la nación de Israel en la fiesta que se celebraba en nuestro capítulo, anticipación del Milenio con el Cristo reinando como su único y verdadero Rey. Eran llamadas Las fiestas solemnes de Jehová pero destacado aquí vemos que era esta la fiesta de los judíos. Jehová del antiguo testamento andaba entre ellos en forma de hombre y no lo conocían, hasta sus mismos hermanos en la carne como vemos aquí Porque ni aun sus hermanos creían en él. Siendo así, ya no era fiesta de Jehová, sino fiesta de los judíos. Así vemos la religión humana, ceremonias y costumbres vacías que no pueden satisfacer el corazón humano. La mujer samaritana había oído de Jesús Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed. En nuestro capítulo leemos En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. Pero anticipamos; consideramos los versos que intervienen.

En el capítulo anterior, vimos como los judíos, entusiasmados por la comida gratis que habían recibido de Jesús, le buscaron con el interés de los que quieren aprovechar más de las grandes misericordias de Dios. Esta curiosidad y anhelo de algo provisional continua en nuestro capitulo y sus hermanos, sin la fe salvadora, desean animar a su hermano que vaya a Jerusalén y manifestarse más. Si estas cosas haces, manifiéstate al mundo. Pero Jesús no buscaba la popularidad, sino el corazón de pecadores perdidos. Vemos otra vez la división por Jesús en el mundo hasta el día de hoy. En el capítulo anterior muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él. Fueron divididos hasta sus seguidores por sus palabras. En nuestro capítulo vemos cuatro ocasiones de división sobre quien era Jesús. Unos decían: Es bueno; pero otros decían: No, sino que engaña al pueblo. Y otra vez Entonces procuraban prenderle pero muchos de la multitud creyeron en él, y decían: El Cristo, cuando venga, ¿hará más señales que las que éste hace? Y otra vez Decían entonces unos de Jerusalén: ¿No es éste a quien buscan para matarle? Pues mirad, habla públicamente, y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido en verdad los gobernantes que éste es el Cristo? Pero éste, sabemos de dónde es; mas cuando venga el Cristo, nadie sabrá de dónde sea. Por fin Entonces algunos de la multitud, oyendo estas palabras, decían: Verdaderamente éste es el profeta. Otros decían: Este es el Cristo. Pero algunos decían: ¿De Galilea ha de venir el Cristo?

El mundo hoy en día está lleno de preguntas destacadas que llenan las noticias. ¿Qué será el resultado de la guerra entre Rusia y Ucrania? ¿Qué tal el poder de China contra los Estados Unidos? ¿Qué tal el cambio de clima y como lo vamos a combatir? ¿Qué tal las izquierdistas contra las derechistas? Pero todo el ruido del clamor de las naciones no cuenta por nada en vista de la pregunta más importante por el ser humano, pues tiene consecuencias eternales. La pregunta principal que enfrenta a todo ser humano en el día de hoy todavía es este mismo ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Mateo 22:42

En el capítulo 5 vimos como los judíos buscaron a Jesús por matarlo, por haber curado en el día de sábado. Y por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque hacía estas cosas en el día de reposo. Juan 5:16 En nuestro capítulo se ve que este deseo de matarlo seguía, aunque quizás no todo el pueblo se daba cuenta de las intenciones de los lideres judíos. ¿No os dio Moisés la ley, y ninguno de vosotros cumple la ley? ¿Por qué procuráis matarme? Matar a un inocente era grande culpa bajo la ley de Moisés, pero mientras trataban de buscar algo contra Jesús, condenaban a sí mismo. Su problema existía en buscar su propia gloria, el egoísmo que es lo natural de todo ser humano a través de estar caído en el pecado. Pero palabra de Jesús El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta. La curiosidad acerca de Jesús y los milagros y señales tantas veces no llegaba a nivel de querer hacer la voluntad de Dios. Si hubiera sido así, hubieran creído en Jesús como su Mesías.

Continuaremos la semana que viene, Dios mediante, considerando el llamamiento de Jesús a los sedientes, no satisfechos con lo que podía proveer la fiesta de los judíos. En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El Espíritu de Dios en el capítulo 3 se veía como el viento. En el capítulo 4, se ve como una fuente de agua rebosando a la vida eterna. Y aquí en el capítulo 7, como un rio. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Veremos otros ejemplos del Espíritu de Dios mientras el evangelio de Juan nos conduce fuera del judaísmo hasta el cristianismo.

Felipe Fournier
21 mayo de 2023