Tengo poco tiempo dado que estoy en Pinotepa, Oaxaca para la conferencia, pero voy a intentar escribir algo breve el día de hoy sobre Juan 1.

Vemos a Juan Bautista bautizando al otro lado del Jordán. Estas cosas sucedieron en Betábara, al otro lado del Jordán, donde Juan estaba bautizando. Así vemos desde el principio la separación de la nación de Israel. El título dado por Juan al Señor Jesús es también muy importante; He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Se nota que se refiere a los pecados del mundo, no solo de la nación de Israel. Así otra vez vemos destacado el carácter distinto del evangelio de Juan, introduciéndonos a la dispensación de la gracia.

¿Acaso se pregunta “¿Pues, cuando se sucede esto lo que dijo Juan, quitar los pecados del mundo?” Sugiero que no habla aquí de un evento, sino el carácter del Cordero de Dios. Sea por sanando a los enfermos o echando los demonios, o su sacrificio redentor en la cruz, este es lo que hace el Cordero de Dios. Nos hace reflexionar sobre las palabras proféticas de Abraham en Genesis 22; Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. ¿Supo Abraham que Dios iba a proveer a su propio Hijo como cordero para el holocausto? No, claro que no, pero Dios en su soberanía nos dio a Genesis 22 como bonito prototipo del Cordero de Dios que no iba a tener un substituto como tenía Isaac.

E iban juntos sigue diciendo el verso en Genesis 22, que entendemos quería decir que el padre Abraham iba con su hijo después de esta conversación, teniendo en su corazón el dolor de pensar tener que matar a su hijo. Pero su antitipo vemos en nuestro evangelio tan claramente que el Padre y el Hijo iban juntos hacia la cruz, pues leemos en nuestro capítulo el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.

Nota la expresión está que es el presente. Aunque dejó la gloria, la casa de su padre, en el sentido de nuestro evangelio, nunca dejó el seno del Padre.

También vemos en nuestro capítulo lo útil que era el ministerio de Juan. El siguiente día otra vez estaba Juan, y dos de sus discípulos. Y mirando a Jesús que andaba por allí, dijo: He aquí el Cordero de Dios. Le oyeron hablar los dos discípulos, y siguieron a Jesús. Así el mensajero fiel, como era Juan, no buscaba discípulos por sí mismo, sino estaba contento que sus discípulos fueron en pos de Jesús.

Lo que sigue siempre me ha gustado, viendo como los discípulos, uno por otro, dieron las noticas de quien era Jesús. Andrés, quien era discípulo de Juan Bautista, pasó el día con el Señor Jesús y después fue en buscaba de su hermano Pedro. Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (que traducido es, el Cristo). Simón llegó a recibir nuevo nombre de aquel hombre, algo bastante significado, pues, ¿Qué hay más personal que el propio nombre de alguien? Después vemos a Felipe; El siguiente día quiso Jesús ir a Galilea, y halló a Felipe, y le dijo: Sígueme. Así nos dice claramente que era Jesús que encontró a Felipe. Pero, más tarde, escuchamos a Felipe decir Hemos hallado… Felipe halló a Natanael, y le dijo: Hemos hallado a aquel de quien escribió Moisés en la ley, así como los profetas: a Jesús, el hijo de José, de Nazaret. ¿Decía mentira entonces? No, pues, así en verdad es la salvación por cada uno de nosotros. El Señor nos buscaba primero y después, podemos nosotros decir He hallado… aunque sabemos a él es toda la gloria. Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero. 1 Juan 4:19

Nataniel parecía tener algunas dudas al principio a cerca de Jesús a través de su pueblo de proceder, Nazaret. Pero Felipe le dijo ven y ve. Era buen consejo y Nataniel, después de entender por sus palabras cuando estabas debajo de la higuera, te vi confesaba algo mas profundo de que Jesús no solo era el Mesías, sino también Hijo de Dios.

¡Que haya en nosotros cada vez más apreciación por la revelación del Verbo de Dios, revelado en este capítulo!