El Padrenuestro
Eficacia de la oración
Continuando con el tema de la oración, toco hoy día los principios de la escritura para con la familia y la oración. Pienso de la instrucción a los Israelitas de enseñar a sus hijos los propósitos de sus prácticas. “Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, vosotros responderéis: Es la víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas”. Éxodo 12:26-27 Se supone entonces que tanto más nosotros como los Israelitas vamos a explicar a nuestros niños porque oramos, leemos la Biblia y asistimos las reuniones.
El primer libro de Pedro supone que una pareja oren. “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”. 1 Pedro 3:7 “Vuestras oraciones” es plural, o sea, que ambos el esposo y la esposa oran, y yo sugiero que es para la salud familiar que ellos oran juntos y en voz alta. Ha sido un punto de grande ayuda por nosotros, yo y mi esposa, que desde los primero días de nuestro noviazgo y matrimonio hemos orado juntos. Es muy difícil guardar algún rencor contra la esposa cuando esta arrodillado a su lado, en la presencia de Dios presentando nuestras peticiones juntos. Cuando nuestros niños eran pequeños, orábamos juntos con ellos, enseñándoles las palabras al principio. “Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos. Y les dijo: Cuando oréis, decid: … ”. Lucas 11:1-2 Los discípulos, viendo el ejemplo de Jesús orando, pidieron la ayuda para saber cómo orar. (Lo que sigue a menudo se ha llamado “la oración del Señor”. Pero realmente era la oración de los discípulos, no del Señor. La oración del Señor más bien esta en Juan 17.) Así veo bien que enseñemos a nuestros niños orar. Cuando son mayores, van a aprender orar por sí mismo, haciendo sus peticiones.
Pienso también que Pablo escribió a una familia en el libro de Filemón. “Pablo, prisionero de Jesucristo, y el hermano Timoteo, al amado Filemón, colaborador nuestro, y a la amada hermana Apia, y a Arquipo nuestro compañero”. Si no me equivoco, era una pareja Filemón y Apia, con un solo hijo, Arquipo. Era una familia piadosa, que tenían “la iglesia que está en tu casa”. Les dice también Pablo “Prepárame también alojamiento; porque espero que por vuestras oraciones os seré concedido”. Así creo que tenemos ejemplo de la oración familiar. Esta familia amaba a Pablo y oraban por su libertad, y Pablo confiaba que el Señor iba a contestar su oración, tal que les dijo “prepárame también alojamiento”.
“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”. Efesios 6:4 Este versículo enseña, me parece, que es la responsabilidad de los padres enseñar a sus hijos ambos la lectura de la Biblia y la oración. Es triste si un padre se dedica a orar y leer solo, sin incluir a su esposa y sus hijos. La Biblia enseña que eso es algo que debe hacer como familia. No digo que el padre o madre no puede cada uno leer y orar solo, pero no se debe limitar sus oraciones a esto.
Espero que estas palabras directas sean de ayuda a mis lectores. Acaso hasta ahora no se ha acostumbrado hacerlo. Pero nunca es demasiado tarde empezar a orar y leer como familia. Estoy seguro que va a haber grande bendición si así se practica.
9 abril de 2017