MEDITACIONES

de     P. F.

Visita a Tijuana  *

1 Juan 4

“Dios es amor.”

Fui a Tijuana hoy día para su día de comunión en la asamblea, habiendo faltado ya por varios meses por haber estado viajando a otras partes.  Ya este domingo por fin pude ir con el hermano Douglas J.  Por eso no tuve tiempo para hacer el estudio normal pero antes que se me olvide, quiero compartir algo que habló el hermano Douglas en Tijuana sobre el amor de Dios.

Primero el hermano explicaba que cuando amamos sin reservaciones, sin requisitos de que nos devolviese el amor, nos estamos exponiendo a la posibilidad de gran dolor.  Pero si nos reservamos para evitar este dolor, podemos perder la grande bendición de conocer y experimentar el amor profundo.  Dios nos ama sin condiciones y sin reservaciones.  Su amor es sin límite, aunque nosotros fuéramos siempre sin respuesta alguna hacia su amor.  Es su carácter, pues Dios es amor.

El hermano leyó varios versículos en Génesis acerca del amor de José para sus hermanos.  Era un amor, como decimos, incondicional, un amor que amaba sin esperar respuesta de sus hermanos.  Es un prototipo del amor de Jesús, del amor de Dios.  Después leyó de 1 Juan 4 “Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió á su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no que nosotros hayamos amado á Dios, sino que él nos amó á nosotros, y ha enviado á su Hijo en propiciación por nuestros pecados”. 1 Juan 4:8-10 y también en Cantares 8 “Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos”. Cantares 8:7  Vino Cristo a este mundo como el novio buscando su novia para la boda, y por decirlo así, la novia dijo “crucifícale, crucifícale”.  Pero las muchas aguas no apagaban su amor; quedaba inmóvil, permanente, inexplicable pero fiel y verdadero.  A José en el último capítulo de Génesis le dijeron “Tu padre dijo … ”.  ¿Por qué decían esto?  Porque veían el amor no fingido entre José y su papa Jacob y querían aprovechar de este amor, pensando que José les iba a ver diferente después de la muerte de Jacob.  Pero José lloraba, porque lo que quería que ellos entendiesen era que José les amaba a ellos igual como amaba a su padre, y eso a pesar de todo lo malo que le habían hecho.

Y así Jesús nos dice a nosotros “Como el Padre me amó, también yo os he amado”. Juan 15:9

Querido lector, ¿usted ha recibido tan grande amor?  Usted, creyente en Jesús, ¿está gozando en este amor día tras día?

FELIPE FOURNIER
16 agosto de 2015