MEDITACIONES

de     P. F.

Nuevos temas a tratar, sugerido por varios hermanos  *

Recibí una cantidad grata de peticiones después de mi petición la semana pasada sobre cuales temas podamos tratar, siendo que llegamos a concluir el estudio de la vida del hombre tan interesante y dedicado a Jehová, Moisés.  Estos son las sugerencias que me han llegado:

Sobre la oración: “Nos regocijamos en las enseñanzas de la palabra de Dios, tengo por sumo gozo el deseo de aprender más sobre las oraciones ya que en nuestra debilidad somos muy dependiente del Señor. Partiendo de que el creyente debe orar con corazón sencillo de niño, como un hombre con la mente de Cristo y con la fe que agrada al padre”.

Sobre el perdón: “Mi interés personal es si en algún momento puedas escribir algo relacionado al perdón, más en lo que el hombre pueda accionar con su ofensor. Es muy claro que podemos empezar con el perdón divino, esto sería una gran ayuda para muchos que tenemos resentimientos, raíces de amargura, y otros estorbos en su vida espiritual”.

Sobre el “libre albedrio”: “Te escribo para que me sirva de ayuda para las inquietudes de un hermano que quiere saber a cerca del LIBRE ALBEDRÍO, en general”.

Y tres sugerencias que continuemos sobre el tema de Josué, siguiendo el pueblo de Israel a cruzar el rio Jordán a entrar en la tierra: “Nuevamente gracias por los estudios hermano Felipe, yo sugiero continuar con el libro de Josué ya que fue el sucesor de Moisés, conquistó a los cananeos, repartió la tierra a los Israelitas y los exhortó a honrar a Dios. Sin mencionar los milagros que podemos ver y lo que pasa cuando desobedecen como el pecado de Acán”.

“Gracias por su dedicación en este ministerio. Ojala podamos estudiar la historia de Josué el sucesor de Moisés”.

“Me parece bueno seguir la historia de Israel y ver como la fue a Josué y que podemos atender de él. Le ánimo para que siga adelante”.

Así me siento animado de cubrir todos los temas sugeridos.  Siendo que los tres primeros acaso se puede hacer en una o dos semanas, pienso empezar con ellos, tratando de mantener mi auto-regla de no ser muy largo cada semana, sabiendo que la mayoría de nosotros vivimos una vida no tan tranquila y siempre luchamos para tener tiempo suficiente para estudiar la palabra.

Pienso empezar con lo que ha sido llamado “libre albedrío” relacionado algo por haber acabado recién el estudios de Moisés y la nación de Israel.  Para ser muy breve al momento, y quizás continuar con algo más en el futuro, vamos a decir que esta doctrina enseña que el hombre es libre de escoger o rechazar el evangelio; que puede usar su mente, analizando las consecuencias y decidiendo o recibir a Cristo como su Salvador, o rechazarlo, a su gusto.  Los que enseñan tal doctrina piensan que es más justo pensar así que pensar que el hombre es un esclavo de sus lujurias de su naturaleza caída y el tentador, el diablo; que por eso no puede escoger bien pues siempre va a escoger lo malo.  Dicen que Dios sería injusto, condenando a un pecador que no puede controlarse, o guardarse de escoger mal.  Entiendo su preocupación sobre este punto, pues la mente humana no capta estas dos cosas paralelas que andan por la Biblia; Dios es soberano y el hombre es responsable.  No se puede reconciliar estas dos cosas, pero las dos son verdades indiscutibles de la Biblia.  Desde que Adán y Eva escogieron mal, como inocentes en el jardín de Edén, no ha habido “libre albedrio”.

Esta mañana leemos Isaías 48 y me di cuenta de este tema relacionado con Israel.  “Lo que pasó, ya antes lo dije, y de mi boca salió; lo publiqué, lo hice pronto, y fue realidad. Por cuanto conozco que eres duro, y barra de hierro tu cerviz, y tu frente de bronce, te lo dije ya hace tiempo; antes que sucediera te lo advertí, para que no dijeras: Mi ídolo lo hizo, mis imágenes de escultura y de fundición mandaron estas cosas. Lo oíste, y lo viste todo; ¿y no lo anunciaréis vosotros? Ahora, pues, te he hecho oír cosas nuevas y ocultas que tú no sabías. Ahora han sido creadas, no en días pasados, ni antes de este día las habías oído, para que no digas: He aquí que yo lo sabía. Sí, nunca lo habías oído, ni nunca lo habías conocido; ciertamente no se abrió antes tu oído; porque sabía que siendo desleal habías de desobedecer, por tanto te llamé rebelde desde el vientre”. Isaías 48:3-8  Acaso alguien diga que Jehová era injusto para condenar a esta nación, pero nosotros hemos visto ya por el espacio de más que un año en el estudio de la vida de Moisés como Jehová había aguantado con tanta paciencia la rebeldía de su pueblo escogido, así fuera imposible que dijéramos “Dios es injusto para castigar a tal pueblo”.

Siguiendo con el verso 9-10 del mismo capítulo de Isaías, vemos una cosa de suma importancia que anula a la sugerencia del hombre con “libre albedrio”.  Por amor de mi nombre diferiré mi ira, y para alabanza mía la reprimiré para no destruirte.  He aquí te he purificado, y no como a plata; te he escogido en horno de aflicción.  Por mí, por amor de mí mismo lo haré, para que no sea amancillado mi nombre, y mi honra no la daré a otro.

¿Somos nosotros mejores que ellos?  ¿Somos menos desleales, menos rebeldes desde el vientre?  Dijo el Señor Jesús a Nicodemo “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios …. De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”. Juan 3:3-5  Si no fuera por la acción del Espíritu de Dios en nosotros, todos nos perderíamos en nuestros pecados.  “Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”. Efesios 2:1  En el cielo, nadie pero nadie va a poder decir “Que bueno que yo era suficientemente inteligente para escoger bien”.

Continuaremos un poco más con este tema, Dios mediante, la semana que viene.

FELIPE FOURNIER
5 marzo de 2017