Isaac huye del hambre
(26:6) Habitó, pues, Isaac en Gerar. (26:7) Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; que tal vez, dijo, los hombres del lugar me matarían por causa de Rebeca; porque era de hermoso aspecto. (26:8) Y sucedió que, después que él estuvo allí muchos días, Abimelech, rey de los Filisteos, mirando por una ventana, vió á Isaac que jugaba con Rebeca su mujer. (26:9) Y llamó Abimelech á Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer: ¿cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije: Quizá moriré por causa de ella. (26:10) Y Abimelech dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el pecado. (26:11) Entonces Abimelech mandó á todo el pueblo, diciendo: El que tocare á este hombre ó á su mujer, de cierto morirá. (26:12) Y sembró Isaac en aquella tierra, y halló aquel año ciento por uno: y bendíjole Jehová. (26:13) Y el varón se engrandeció, y fué adelantando y engrandeciéndose, hasta hacerse muy poderoso: (26:14) Y tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y grande apero; y los Filisteos le tuvieron envidia. (26:15) Y todos los pozos que habían abierto, los criados de Abraham su padre en sus días, los Filisteos los habían cegado y llenado de tierra. (26:16) Y dijo Abimelech á Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso que nosotros te has hecho.
(26:17) E Isaac se fué de allí; y asentó sus tiendas en el valle de Gerar, y habitó allí. (26:18) Y volvió á abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los Filisteos habían cegado, muerto Abraham; y llamólos por los nombres que su padre los había llamado. (26:19) Y los siervos de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas vivas. (26:20) Y los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El agua es nuestra: por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían altercado con él. (26:21) Y abrieron otro pozo, y también riñeron sobre él: y llamó su nombre Sitnah. (26:22) Y apartóse de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él: y llamó su nombre Rehoboth, y dijo: Porque ahora nos ha hecho ensanchar Jehová y fructificaremos en la tierra.
(26:23) Y de allí subió á Beer-seba. (26:24) Y apareciósele Jehová aquella noche, y dijo: Yo soy el Dios de Abraham tu padre: no temas, que yo soy contigo, y yo te bendeciré, y multiplicaré tu simiente por amor de Abraham mi siervo. (26:25) Y edificó allí un altar, é invocó el nombre de Jehová, y tendió allí su tienda: y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo.
Nueva alianza de Isaac y Abimelec
(26:34) Y cuando Esaú fué de cuarenta años, tomó por mujer á Judith hija de Beeri Hetheo, y á Basemat hija de Elón Hetheo: (26:35) Y fueron amargura de espíritu á Isaac y á Rebeca”. (Génesis 26:1-35)
Hace dos semanas leemos de los hijos de Isaac, Esaú y Jacob y varias debilidades y fracasos en la familia de Isaac y Rebeca. Aquí en nuestro capítulo leemos algunas cosas buenas acerca de Isaac, aunque no todo. Prosperaba económicamente pero tenía dificultades con los habitantes de Gerar (Gaza del día presente, donde todavía viven muchos árabes) y echó la misma mentira acerca de su esposa tal como su papa había hecho en Egipto.
“Después hubo hambre en la tierra, además de la primera hambre que hubo en los días de Abraham; y se fue Isaac a Abimelec rey de los filisteos, en Gerar. Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré. Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre. Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes”.
El hambre siempre es un tiempo de prueba, y vemos que muchas veces en la Biblia el pueblo de Dios se prueba así. Recordamos sin duda como hubo hambre en el tiempo de Elimelec y Noemí en Ruth 1. Fracasaron esta pareja, no confiando en Dios para sostenerles en Israel, y se fueron a Moab donde su historia llegó a ser lamentable. En el tiempo de Elías, había hambre por tres años y medio. En el tiempo de Eliseo, la ciudad de Samaria sufría de hambre que era tan grave que empezaron a comer sus niños.
Así Isaac y su familia fueron probados con hambre, igual como su papa Abraham había sido probado. Pero Dios no le iba a dejar repetir el error de su padre, yendo a la tierra de Egipto. Jehová le apareció con la advertencia de no irse a Egipto pero también para renovarle la bendición que había dado a Abraham, la herencia de la tierra prometida. Así vemos en Isaac el prototipo de forastero viviendo en la tierra con promesas para su descendencia pero con esperanzas celestiales para el mismo. “Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios … . Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad”. Heb 11:9-16
“Habitó, pues, Isaac en Gerar. Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; pensando que tal vez los hombres del lugar lo matarían por causa de Rebeca, pues ella era de hermoso aspecto”. ¿No hubiera sido bueno que Isaac aprendiera de su padre no hacer esto? ¿Negar a la esposa por miedo? Pero vemos que la mentira se descubrió en poco tiempo por el comportamiento de Isaac con Rebeca, que era comportamiento de un hombre con su esposa y no como su hermana. “Sucedió que después que él estuvo allí muchos días, Abimelec, rey de los filisteos, mirando por una ventana, vio a Isaac que acariciaba a Rebeca su mujer. Y llamó Abimelec a Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer. ¿Cómo, pues, dijiste: Es mi hermana”? Así andando en los pasos de su padre, Isaac también tenía que recibir reprensión del mundo por lo que había hecho (no porque acariciaba a su esposa sino porque dijo que era su hermana.) Es muy lamentable cuando el mundo sabe mejor que nosotros como debe ser el comportamiento de un creyente.
Pero no queremos terminar en una nota negativa, pues hay algo muy notable y apreciable en la vida de Isaac que nos puede ser de ejemplo. “Y volvió a abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días de Abraham su padre, y que los filisteos habían cegado después de la muerte de Abraham; y los llamó por los nombres que su padre los había llamado”. Vemos más adelante que los filisteos pelaron para el agua de los pozos, algo que se espera, pues en el desierto no hay cosa de más valor que el agua, como nuestros hermanos de Mexicali pueden testificar. Pero antes de pelear, los taparon con tierra, e Isaac, sin duda con mucho trabajo, tuvo que renovar y destapar los pozos para tener agua para su ganado y ovejas.
¿No hay una lección espiritual por nosotros en esto? No todos nosotros tenemos padres en la carne que disfrutaron del pozo profundo de la palabra de Dios, pero sin duda todos tenemos padres espirituales que nos han enseñado y alimentado y refrescado con la Biblia. Siempre es el trabajo del enemigo llenar estos pozos con tierra, o sea, impedir que nosotros recibamos la bendición de la palabra de Dios. Isaac siguió en esto el ejemplo bueno de padre, haciéndose pozos y los mismos pozos de Abraham. Pero ocupaba energía para hacerlo, y así va a ser en nuestras vidas. Siempre va a haber lo que trata de llenar los pozos con tierra, o sea, las cosas de este mundo que tomen todo nuestro tiempo hasta que no hay lugar para reunirnos a estudiar la palabra, ni para leer la Biblia en la casa por nosotros mismos. ¡Que tengamos nosotros la misma energía de Isaac para destapar los pozos y recibir el agua de la palabra de Dios!
16 marzo de 2014