Compartiendo de la conferencia en Burbank
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Hemos disfrutado dos días de conferencia aquí en el sur de California y quería compartir algo esta semana con ustedes. Voy a poner algunas cosas breves que eran de suma interés y beneficio durante los estudios y el ministerio de la palabra. No van a estar en orden cualquier, menos como se me ocurren.
- En el libro de Hebreos vemos la palabra (o el pensamiento) “mejor” o “superior” trece veces. La idea es que el autor del libro quiere enseñar a los santos hebreos (eran judíos cristianos, aunque había la posibilidad que había entre ellos algunos profesantes falsos) que Cristo es superior que toda cosa que habían conocido en el judaísmo.
- En el capítulo 1, vemos a Cristo superior en dos cosas; primero, superior a los profetas, pues Dios habló POR los profetas, pero habló “EN HIJO”. Aunque suena raro en inglés y también en español, así dice en el griego, sin artículo. Lo importante es que en todo lo que Cristo era, decía y practicaba, se ve perfectamente el carácter y persona de Dios.
- Los judíos en su religión, estaban dentro del campamento, pero afuera del velo. En el cristianismo, estamos adentro del velo pero afuera del campamento.
- En el libro de Hebreos, se ve a Dios no tanto como el Padre, sino como revelado en el hombre, Jesucristo. Pero en el capítulo 12, cuando tiene que ver con la disciplina de hijos, allí habla del Padre.
- En el capítulo 1 de Hebreos, hay citado siete referencias del antiguo testamento, así probando a los judíos como el Señor Jesús entró “por la puerta” o sea, a través de las profecías de la palabra de Dios que ellos conocían.
- En verso 2 y 3, vemos siete características o atributos del Hijo: 1) Heredero de todo 2) Creador; por quien asimismo hizo el universo. 3) el resplandor de su gloria. 4) la imagen misma de su sustancia. 5) quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. 6) efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo. 7) sentado a la diestra de la Majestad en las alturas.
- Hay por lo menos tres “tipos” o aspectos de la gloria del Hijo: Su gloria oficial que casi siempre se escondía durante su tiempo en la tierra, menos en el monte de transfiguración; su gloria personal que se manifestaba a la fe de los que creyeron en el: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”. Juan 1:14 Finalmente, había sus glorias morales, que no se podían esconder, pues brillaban de su persona en todo lo que hacía y decía. Estas glorias morales eran glorias adquiridas, que el ganó por bajarse al mundo como un hombre. Fue recomendado el libro “La gloria moral del Señor Jesucristo” por J. G. Bellett
- El hermano Jim Hyland predicó sobre el tema “de día en día”, o sea, cosas que vale la pena practicar a menudo o frecuentemente. Empezó con Proverbios 8:30-31 “Y era su delicia de día en día, teniendo solaz delante de él en todo tiempo. Me regocijo en la parte habitable de su tierra; y mis delicias son con los hijos de los hombres”. Después en Esdras 3 “Y colocaron el altar sobre su base … y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová, holocaustos por la mañana y por la tarde … holocaustos cada día por orden conforme al rito, cada cosa en su día”. El Hijo fue la delicia del Padre desde la eternidad pasada. El holocausto representa el sacrificio del Señor Jesús como agradando al Padre en todo, hasta la muerte de la cruz. Debe de ser nuestra delicia también “por la mañana y por la tarde … cada cosa en su día”. Si entendemos la delicia de Dios en su hijo, más bien entenderemos el versículo que dice “el Padre ha enviado al Hijo para ser Salvador del mundo”. 1 Juan 4:14
Dios mediante continuaremos nuestro estudio de la historia de Abraham la semana que viene.
FELIPE FOURNIER
22 diciembre de 2013
22 diciembre de 2013