Yo llegue a la conferencia tarde, pero en los primeros días, estudiaron en 1 Tesalonicenses 1 y 2. El tema ha sido la venida del Señor en el arrebatamiento y el comportamiento que corresponde a tal esperanza. En el capítulo 1 “cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera”. En el capítulo 2 “Porque ¿cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? Vosotros sois nuestra gloria y gozo”. En el capítulo 3 (hablando mas bien de la manifestación de Cristo y no tanto del arrebatamiento) “para que sean afirmados vuestros corazones, irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos”. El capítulo 4, bien conocido como uno dos lugares donde la venida del Señor en el arrebatamiento es enseñando con sus detalles importantes, también enseña acerca de los “muertos en Cristo”. Había una mala enseñanza entre los Tesalonicenses que los que murieron antes estuvieran perdidos. Pablo no quería que ignoraran la verdad de la resurrección de ENTRE los muertos que va a acontecer justo antes que nosotros los vivos van a ser arrebatados. Capítulo 5 habla de algo que ya entendían, la manifestación en gloria del Señor Jesús para juicio de los apostatas de Israel y también de la falsa iglesia cristiana. “Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche”.
Las exhortaciones del libro están basadas sobre la verdad de la venida del Señor. “Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo os conviene conduciros y agradar a Dios, así abundéis más y más. Porque ya sabéis qué instrucciones os dimos por el Señor Jesús; pues la voluntad de Dios es vuestra santificación”. 1 Tesalonicenses 4:1-2
Antes que yo llegara, el hermano Douglas ministraba sobre el tema del tabernáculo y sus símbolos en resumen, usando proyector y una ilustraciones del modelo del tabernáculo y sus muebles. El hermano Roberto T. ministraba sobre el juicio que ha de caer sobre el mundo después del arrebatamiento, según 2 Pedro 3. “Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos”.
El día sábado, el hermano Jaime G. de La Paz, Bolivia ministraba sobre nuestra vida cotidiana, como podemos honrar y glorificar al Señor, no solo leyendo la palabra, orando, predicando el evangelio, pero también y nuestro trabajo diario. Usó por su ejemplo principal como el Señor Jesús era carpintero; trabajaba por muchos años haciendo un trabajo humilde pero honrando a Dios en todo. Pero además leía muchos versículos hablando sobre el honrar a Dios como ejemplo de un cristiano, trabajando fielmente no para nuestra propia gloria, sino para la gloria del Señor Jesucristo.
El día domingo pude traducir para el hermano John K. en su predicación a los niños. Había traído consigo una roca que le fue regalado en Brasil. Es una piedra cuya exterior se ve como cualquier otro, pero cuando se abre, se nota adentro unos cristales bien bonitos y de mucho valor. Su nombre en español es ametista y se usa para hacer joyas y collares. La ilustración del hermano es como los hombres trabajan para sacar estas joyas de las profundidades de la tierra para sacarlas a la luz, así el Señor Jesús descendió de la gloria para sacarnos a nosotros del pozo de la corrupción, para hacernos como joyas en su corona. Fue una predicación muy bonita para los niños y teniendo la piedra para mostrar a los niños, le hicieron una buena atención al evangelio.
Después, antes del partimiento de pan, pude compartir con los hermanos algo de mis meditaciones sobre el cuerpo del hombre Jesús. En la eternidad pasada, había padre, hijo, y Espíritu Santo, pero no había un hombre. Pero en el Salmo 40 leemos “Sacrificio y ofrenda no te agrada; Has abierto mis oídos”. Los mismos versículos citados en Hebreos 10 hablan un poco diferente; “Sacrificio y ofrenda no quisiste; Mas me preparaste cuerpo”. Creo que el capítulo 50 de Isaías nos ayuda entender la diferencia entre Salmo 40 (el oído) y Hebreos 10 (un cuerpo.) “Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios. Jehová el Señor me abrió el oído, y yo no fui rebelde, ni me volví atrás”. En la eternidad pasada, el hijo no tuvo oído ni cuerpo. Pero para aprender obediencia como hombre (Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia. Hebreos 5:8) tenia que tener oído para escuchar la voz de Dios. Pero en Éxodo 21, encontramos el siervo fiel que no quiso salir libre. “Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre; entonces su amo lo llevará ante los jueces, y le hará estar junto a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre”. Así habla otra vez de la oreja, pero ahora no habla como él llegó a ser hombre con cuerpo, pero como en este cuerpo humano sufrió la pena de muerte por nuestros pecados, para tener a su esposa. Así Isaías 50 sigue en el verso 6 “Di mi cuerpo a los heridores, y mis mejillas a los que me mesaban la barba; no escondí mi rostro de injurias y de esputos”. Como hombre, pudo dar su cuerpo. Como Dios, no podía.
En la noche fuimos varios a la asamblea de Santa Anita, donde el hermano Juan K. hablaba un mensaje muy claro y bonito en el evangelio “Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente”. Apoc. 22:17 Después, el hermano Roberto T. nos habló sobre las cosas maravillosas que han llegado al creyente a través del evangelio y el conocimiento de Dios en Cristo, empezando con “ninguna condenación” y terminando con “ninguna separación”.
Así pasamos un tiempo muy provechoso en la conferencia y espero que este breve resumen sea de bendición a ustedes mis lectores.
30 de julio de 2012